viernes, 19 de abril de 2013

Mi triángulo de cualidades,



 La primera clase de la unidad de creatividad consistió en dibujar un triángulo en el cual en cada lado se debían escribir 3 de mis  fortalezas para enfrentarme al mundo y luego compartirlas con mis compañeros. Empatía, perseverancia y  comprensión fueron las cualidades más fuertes que encontré en mí. La verdad en un principio no me fue fácil, tuve que pensar un buen rato y recordar momentos y escenas de mi vida en las que me relaciono con los demás y concientizar que características en esos momentos afloran de mi persona. Recordé momentos en la universidad y me visualicé con mis compañeros percatándome de mi gran habilidad de escucha, por lo general soy muy buena para escuchar a los demás, más que hablar sobre mí. Siento que soy una persona muy comprensiva, lo que creo que va de la mano de la empatía que  aflora en mi al escuchar a lo demás, me es fácil comprender que es lo que puede estar sintiendo la otra persona desde su punto de vista, en ese sentido soy muy flexible. La perseverancia la consideré como una de mis cualidades fuertes ya que siempre que se me presenta una nueva situación o desafío doy lo mejor de mí, nunca me doy por vencida hasta que logro mi objetivo, cueste lo que cueste, lo que se no se me hace complicado ya que tengo una gran capacidad de adaptación. Cuando mi compañera con la cual compartí mis cualidades, se las mencionó a los demás compañeros del grupo, sentí que realmente me identificaban, pero a la vez al escuchar las cualidades de los demás, sentí que hubo muchas de ellas que también tengo fuertemente marcadas pero que en el momento no se me ocurrió escribir, como por ejemplo el entusiasmo. Encuentro un poco complicado pensar en tan solo tres cualidades que sobresalgan de las demás, ya que considero que cada una es indisociable de la otra, como mencioné arriba mi capacidad de escucha está íntimamente relacionada con la empatía y la comprensión que fueron dos de las palabras que puse en mi triangulo, alimentándose entre sí, y estas a su vez son indisociables de todas mis otras cualidades, ya que considero que todas entramadas forman lo que finalmente soy y lo que finalmente son cada uno de mis compañeros. De mis compañeros a diario quizás veo una fracción de todo este entramado de cualidades, pero en instancias como esta se abre la oportunidad de conocer un poco más de ellos y saber cuál es la percepción que tienen ellos y sus amigos de esa personas, que muchas veces es diferente a la visión que tiene uno viendo a la persona a lo lejos y sin darse el tiempo para conocerlas. A motivo de esto que pienso,  decidí poner como dibujo de esta entrada una pirámide más que un triángulo, de múltiples colores, que a su vez contiene  muchos otros triangulo que lo forman y le dan vida. Cada persona es un mar de cualidades que uno desconoce, pero que vale la pena darse el tiempo de descubrir. Si todas las personas del mundo se dieran este tiempo de rescatar lo positivo de lo demás y no encerrarse en los prejuicios que nacen por lo que se ve externamente, de seguro viviríamos todos en un mejor planeta, con mucho más amor y armonía.

martes, 16 de abril de 2013

Copihue Rojo



Soy una chispa de fuego
que del bosque en los abrojos
abro mis pétalos rojos
en el nocturno sosiego.
Soy la flor que me despliego
junto a las rucas indianas;
la que, al surgir las mañanas,
en mis noches soñolientas
guardo en mis hojas sangrientas
las lágrimas araucanas.

Nací una tarde serena
de un rayo de sol ardiente
que amó la sombra doliente
de la montaña chilena.
Yo ensangrenté la cadena
que el indio despedazó,
la que de llanto cubrió
la nieve cordillerana;
yo soy la sangre araucana
que de dolor floreció.

Hoy el fuego y la ambición
arrasan rucas y ranchos;
cuelga la flor de sus ganchos
como flor de maldición.
Y voy con honda aflicción
a sepultar mi pesar
en la selva secular,
donde mis pumas rugieran,
donde mis indios me esperan
para ayudarme a llorar



En memoria de mi bisabuelo Ignacio Verdugo Cavada